martes, 23 de agosto de 2011

EL DEPORTE ECUATORIANO TIENE MEMORIA



Desde siempre la práctica del deporte ha sido un factor que permite estar sano en cuerpo y mente, vinculado a la competitividad, las victorias son vanagloriadas y los fracasos sirven para mejorar.



El Ecuador ha tatuado su nombre deportivo a nivel mundial, en el que ha logrado sendas victorias las cuales han sido reconocidas, porque entre otras cosas se trata de un país geográficamente pequeño, pero con un componente humano que permanece en busca de la gloria.


No hay duda que JefFerson Pérez, marcó una ruptura en la concepción de la práctica competitiva de deporte en Ecuador. Aquel joven de apenas 22 años ingresó a la historia de nuestro país, al obtener la tan deseada medalla de oro en unos juegos olímpicos, propiamente en Atlanta 1996, donde en los 20 kilómetros marcha, marcó un tiempo de 1 hora, 20 minutos y 7 segundos. Aquello fue más que suficiente para conmemorar el 26 de julio de cada año como el "Día del deporte Ecuatoriano".


Y la ruptura la marca, desde l momento que el país conoce su temple y coraje para vencer los obstáculos que la vida le presentó, ganando toda competencia que se le presentaba en el camino, lo que sin duda lo convirtió en un ejemplo a seguir.


Desde ese entonces, el deporte en nuestro país tomó un giro radical, los atletas ahora van a las competencias con la idea de ganar o ganar.


De esa manera, los nombres de Carlos Góngora, Alexandra Escobar, Seledina Nieves, Rolando Saquipay, María Tobar, Mercedes Mena, Nicolás Lapentti, José Francisco Cevallos, empiezan a convertirse en paradigmas del deporte, con sus múltiples triunfos son ya ejemplos para niños, jóvenes y adultos.


De alguno de ellos, hemos conocido a través de un corto reportaje televisivo fragmentos de los momentos de victorias. Pero poco o nada sabemos del camino que labraron para llegar a ser lo que son.


En ese contexto, el Ministerio del Deporte de Ecuador, apuntó a fortalecer la remembranza de atletas que con poco o ningún recurso económico han colocado el nombre de nuestro país en diversos podios, vistiendo el amarillo, azul y rojo con orgullo. La idea giró en torno a realizar un trabajo editorial y audiovisual que retrate esa característica en los deportistas ecuatorianos.


De esa forma, a través de un concurso público, la organización cultural OCHOYMEDIO, que cuenta con una interesante experiencia en la exhibición y producción de libros y películas (filmes como Blak Mama, Más allá del mall y Grandir y el libro Ecuador Bajo Tierra) elaboró ese trabajo editorial y audiovisual.


Para ello, OCHOYMEDIO unificó a un equipo de profesionales experimentados en el asunto. La edición de los libros estuvo a cargo del director de programación y editor del periódico OCHOYMEDIO Rafael Barriga, y en la parte audiovisual trabajó como director general Miguel Alvear quien fuera director de las películas Blak Mama y Más Allá del Mall, y en la realización estuvo al frente Fernando Mieles (director de Prometeo Deportado). El producto final que se llamaría "Memorias del Deporte" estaba garantizado, sería de calidad.


El trabajo que duró aproximadamente siete meses, fue presentado oficialmente por el Ministro del Deporte José Francisco Cevallos, el pasado martes 26 de julio (en conmemoración al día del deporte).


En lo que respecta a los libros, por cierto tienen un atractivo diseño, con una simetría entre texto y foto, presentan una síntesis histórica con una importante recopilación de fotografías de archivo, ensayos enfocados en aspectos sociales, humanos y culturales del deporte, así como una introducción a la práctica de cada disciplina. Sin duda se convierte en un material didáctico para todo público, de todas las edades.


Además contiene siete cortos documentales que plasman cómo han llegado a lo más alto varios deportistas de élite, entre ellos el ex arquero de la selección, en fútbol; Carlos Góngora en boxeo; Alexandra Escobar y Seledina Nieves en levantamiento de pesas, Jefferson Pérez y Rolando Saquipay en marcha, María Tobar en baloncesto; Nicolás Lapentti en tenis y mercedes Mena en ecuavoley y voley de playa.


Los documentales, rompen los esquemas establecidos de lo cotidiano que se se ve en la televisión. Los directores de este trabajo, se enfocan en la parte humana de los protagonistas, en el que se retrata sus momentos de triunfos y derrotas, su ambiente familiar, los obstáculos, sus procesos de entrenamientos, todo lo que ha servido para dejar el nombre del Ecuador en lo más alto.


Cada documental dura diez minutos, y sensibilizan al espectador a tal punto de sentirse identificados, y esos ejemplos se se convierten en motivaciones que incitan a seguirlos como verdaderos héroes del deporte.


La historia de dos pesistas de élite (Alexandra Escobar y Seledina Nieves) es la apertura de los documentales, allí se puede admirar su humildad y entrega, el sacrificio que le ponen día a día. Seledina se traslada en bus de su casa al cuartel donde entrena junto a Escobar, las esmeraldeñas no pierden su horizonte, serían capaz de ir hasta Londres en barco por competir y traerse la medalla.


"Las manos del Ecuador" titula el documental de fútbol, José Francisco Cevallos es el protagonista. Con la sencillez que lo caracteriza, explica la emoción que siente al haberse convertido ya en una leyenda del arco ecuatoriano. Conmueve su historia al demostrar cómo después de que Barcelona prescinda de sus servicios y un sector de la prensa ya lo daba como retirado por su "avanzada" edad, resurgió como el "ave fénix" y en un par de años después lo gana todo con Liga de Quito.


Así, transcurren a través de lo audiovisual historias conmovedoras como la del joven boxeador Carlos Góngora, la máxima gloria del box contemporáneo en nuestro país, quien en los pasados juegos olímpicos de Beijing estuvo a una victoria de la medalla olímpica. Él cuenta que posterior a esa derrota pasó encerrado tres días encerrado en su cuarto de la villa olímpica asimilando lo sucedido. Desde ese momento no ha dejado de entrenar en busca de una revancha en los juegos de olímpicos de Londres.


La disciplina de "marcha" la vemos a través de una promesa como Rolando Saquipay. El cuencano no deja de admirar a su maestro Jeferson Pérez, quien fue el pilar trascendental para templar el espíritu. Pérez le enseñó a su discípulo que no solo se entrena en la cancha sino también a través del estudio del análisis de us competidores de forma rigurosa.


Y así los documentales plasman los procesos de triunfos que tuvo Mercedes Mena en voley de playa, quien con 1.60 de estatura junto a su compañera Karina Hernández vencieron a todo equipo que se le pusiera en frente ya sea nacional o internacional.


La gloria del baloncesto María Tobar, quien brilló en ligas nacionales y extranjeras, ahora se dedica a la enseñanza de este deporte a niñas y niños.


Finalmente, el documental de tenis lo protagoniza Nicolás Lapentti, quien cuenta que su ambición por el éxito, entrenando día y noche, le impedía tener vida social, como la de cualquier joven de su edad, su sacrificio le valió para en su momento ubicarse en el sexto lugar del ranking mundial de la ATP.


Este trabajo editorial y audiovisual se convierte en un instrumento que permite recuperar y mantener intacta la memoria del deporte ecuatoriano. Un justo homenaje para los deportistas activos y los ya retirados que lo han dejado todo por el Ecuador.


Razones suficientes que merecen la felicitación pública ante la gestión del Ministro José Francisco Cevallos quien junto a un equipo de profesionales en la investigación, continúa este importante proceso del fortalecimiento del deporte a través de ésta joven cartera de Estado.
























miércoles, 17 de agosto de 2011

CON EL CORAZON EN LA MANO, UN CLÁSICO DEL CLÁSICO




No cabe la menor duda que el único clásico o al menos que el despierta pasiones en Ecuador es el partido Barcelona – Emelec, el partido inmortal, un fenómeno social que concentra en un estadio, a todos los estratos sociales; desde el chiro que va a la general, el que guardó un billete para asistir a tribuna, el que tiene los recurso para ir a palco y hasta le alcanza para invitar a alguien, y el pelucón (expresión del diccionario Correista u oligarca diccionario Roldosista) que disfruta desde la suite. Más claro este es el populoso partido que reúne al cholo, al negro, al blanco, al niño, el joven, el adulto, el viejo, todos con un mismo objetivo, ver ganar al equipo de sus amores.


El domingo 14 de agosto, no fue la excepción. Ese día en la costa del Ecuador, las playas no estuvieron vacías porque el gobierno de la revolución ciudadana haya decretado la alerta naranja, sino porque todos estaban expectantes tras un televisor o una radio, detalle a detalle del antes, durante y después del apasionante partido entre Barcelona y Emelec.


La semana ya olía a fútbol, el panorama lo dibujaron las selecciones sub 20 en el mundial de Colombia y la mayor con su partido amistoso ante Costa Rica, todo apuntaba a cerrar el ciclo deportivo con este encuentro.


Para hacer más apasionante este partido, había detrás otro clásico, el del río de la Plata, con debut incluido. Por el lado amarillo el cuerpo técnico argentino liderado por el joven Luis Zubeldía y los jugadores Damián Díaz y Aldo Dusher. Mientras que desde la orilla azul, la línea uruguaya estructurada por el profesor Juan Carrasco y sus jugadores José María Franco, Nico Vigneri y Brian Lugo, el fútbol prometía mucha adrenalina.


Ya desde el primer minuto se notaba una superioridad del Barcelona, controlando el balón, haciéndolo rotar, verticalizando el juego, priorizando la dinámica con rápida movilidad sobretodo de su zona medular que es donde gestan las chances de gol, todo parecía indicar que el cuadro canario sería el que marque la primera.


A medida que pasaban los minutos el partido se tornaba más emocionante, las balas en algunas zonas ya decían presente, los gritos de emoción en los bares, veredas, en la tienda de la madrina o en las casas eran más evidentes. A ratos Emelec buscaba hacer respetar su condición de dueño de casa, jugando al contragolpe, esperando un error de su rival para atacar. Y en ese ir y venir concluyó el primer tiempo, hasta ese momento nadie se hacía daño.


Para el inicio de la segunda mitad, la consigna era ganar o ganar, Barcelona sospechaba que el partido estaba para ellos, mientras que Emelec con una estrategia más meticulosa no se desesperaba, a pesar de no encontrar espacios se defendía bien.


Previo al minuto 74 el país enmudeció, fue un silencio sepulcral, el balón se paseaba por el área grande como buscando algo, se posó en el cuerpo del diez del Barcelona, este no la trató mal, la acarició, la adornó, la durmió y la acomodó para sacar una potente media chilena que viajó directo a las manos del arquero Zumba, la pelota se hizo candela tanto así que las manos del portero no pudieron contenerla dejándola caer lentamente, el silencio se hizo más evidente hasta que apareció el “gordo” lucho, el mediocentro amarillo tuvo contacto privado con el esférico y con sutil toque la embocó a las redes…solo se escuchó un detonante GOL HIJUEPUTA….


La mayoría de jóvenes involucrados con las redes sociales alistaban su pulgar a través del BlackBerry para llenar sus muros en el facebook o postear en sus cuentas de Twitter con mensajes de satisfacción al ver sufrir a los emelexistas; sin embargo aún nadie se manifestaba, todos esperaban, hasta el último minuto, los amarillos como desconfiados y los azules con la fe. Es que en un clásico del astillero durante 95 minutos se te tiene el corazón en la mano, todos hacen un solo puño.


Minuto 90, el cuarto árbitro determina que se jueguen 4 minutos de adición, la angustia para los Barcelonistas era eterna, la ansiedad se hacía notar, el partido no terminaba, no se escuchaba el tradicional ¡OLE!. Nadie quería cantar victoria todavía.


Minuto 91 el país volvió a enmudecer, el balón viajó desde la derecha como buscando su destino y Eduardo Morante se lo cumplió, con un certero cabezazo silenció a algunos y provocó el estallido de otros, era el gol azul no había nada que hacer…todo había terminado.
Un clásico empate, que terminó con el corazón en la mano…