viernes, 18 de septiembre de 2009

Imposible perder




La consigna en las últimas dos fechas de las eliminatorias sudamericanas para Ecuador será “ganar o ganar”, ese fue el destino que se labró nuestra selección a lo largo de las eliminatorias.
Primero no podemos dudar que Ecuador fue uno antes de Sixto Vizuete y otro con él, ya que con el ex técnico Luis Fernando Suárez nos llenaron la canasta Brasil y Paraguay y se nos llevaron tres puntos un rival que es eminentemente del llano como Venezuela y que en Quito nos pasó por alto. Pero con el profesor Vizuete la historia como que dio un pequeño giro, los jugadores empezaron increíblemente a mostrar su potencial al máximo y la recuperación de puntos dio inicio.

Si embargo dando una mirada retrospectiva no podemos dudar que perdimos puntos que prácticamente los teníamos en el bolsillo, si bien como diría el cantante “ya lo pasado pasado”, creo que aun todos nos mordemos el labio en señal de tristeza porque prácticamente a estas alturas estaríamos ya clasificados.

Y fueron yo diría tres partidos claves, donde perdimos 7 puntos que serán imposibles de recuperar, la primera fecha ante Venezuela en Quito fueron tres puntos vitales que nos servía para empezar motivados esta eliminatoria, frente a Argentina en Buenos Aires, cuando todos nos aprestábamos a festejar lo que sería un triunfo histórico, las desconcentraciones en defensa hicieron que se nos quede un sabor amargo y Rodrigo Palacio nos empató. Y los paraguayos en el Atahualpa nos quitaron el caramelo de la boca igualándonos en el último minuto

Tomo como referencia estos tres partidos porque realmente nos pueden costar, si bien es cierto en estos momentos estamos en el cuarto lugar en zona de clasificación directa, pero apenas es un punto el que nos separa de Argentina y más atrás viene Uruguay, sin dejar de restarle importancia a lo que aun puedan hacer Venezuela y Colombia.

Aún nada está dicho, las dos últimas fechas se jugarán con calculadora en mano, tal vez la realidad sea distinta para Ecuador, ya que solo dependemos de nuestros propios resultados. Sin embargo los números dicen que ante Uruguay de local no hemos sidos tan contundentes, las dos últimas eliminatorias hemos igualado, y el próximo 10 de octubre el empate no nos serviría, en todo caso estaremos pendientes también de lo que haga Chile en su visita a Colombia, indudablemente a Ecuador le importa que gane o empate aunque eso no será un justificante para que los de la estrella solitaria jueguen más distendidos ante nuestra selección, de hecho querrán festejar su clasificación en Santiago con una victoria.

Seguramente el profesor Vizuete no puede dormir pensando como plantearse frente a Uruguay, pues tiene algunas alternativas, como jugar con un esquema tal cual lo hizo frente a Bolivia en el último partido, imprimiendo mucha velocidad y siendo contundentes desde el principio, o a lo mejor pensará en colocar un planteamiento similar al que puso ante Argentina en Quito, donde fue más cauto dándole mucha importancia a las marcas en defensa y ataque.

Pero Uruguay juega diferente, tiene un fútbol rápido y muy fuerte en ataque, y su garra ni hablar no dan por perdida una pelota, quizá con Perú los charrúas pecaron de exceso de confianza.
No será nada fácil contrarrestar esas cualidades, porque ellos (Uruguay) serán los que vendrán a proponer, y el profesor Vizuete lo sabe, lo que seguramente le hará pensar en un planteamiento a base del contra golpe, aprovechando la velocidad de jugadores como Antonio Valencia, Cristian Benítez, Noboa y en el recambio tiene a Montero y a Rojas. Tal vez en lo que aún persiste la duda es si Marcelo Fleitas arranque desde el principio o no, desde mi punto de vista este jugador sería vital para la marca es veloz y descomplicado en el fondo, lo demostró en los dos encuentros que le ha tocado estar como titular y además porque se juega un partido aparte frente a su país de origen.

Este es el panorama de las selecciones que entraron a la disputa por el cuarto lugar y el repechaje, Ecuador es el más opcionado por no depender de nadie, Argentina, Uruguay, Venezuela y Colombia estarán con el radio en una mano y la calculadora en la otra, sin lugar a dudas será un final de infarto.

domingo, 6 de septiembre de 2009

No basta con poner el corazón



Era el partido que todo Sudamérica esperaba, la tensión estaba latente desde hace un mes atrás, las apuestas empezaban a correr, unos con calculadora en mano empezaban hacer cuentas con la derrota de la Argentina para irse a la agencias de viajes a comprar los boletos para ir a Sudáfrica, otros solo concebían a este partido como el clásico mas influyente del mundo, es que Argentina se enfrentaba a su archirrival Brasil.

Sin duda ese partido era más importante para Argentina que para Brasil, porque la albiceleste aun peligra la no clasificación directa al mundial, y más aún si los resultados no se le dan a Maradona tendrá que empezar a depender de otros resultados lo que evidentemente sería fatal, mucho más para un país tan futbolero como Argentina.

Oscar Julián Ruíz dio el pitazo inicial, Argentina empezó controlando el esférico, tocándola así como le gusta a Diego, tratando bien a la número 5, con buena técnica, sin embargo las declaraciones constante del técnico argentino de que Mascherano es él y diez más hace que toda la responsabilidad recaiga en el joven volante del Liverpool y esa presión en partidos como el que disputó el sábado la albiceleste no son fáciles de soportar, mucho más si sabes que también tienes la responsabilidad de marcar a Kaká. En todo caso los argentinos rotaban el balón buscando los espacios para que los rápidos Tévez y Mesi puedan desequilibrar a cuatro torres brasileñas en el fondo de la zaga.

Dunga por su parte con una estrategia más inteligente que emocional, supo estudiar los primeros 15 minutos a su rival, hasta que empezó a apretar el pie en el acelerador y fue metiendo a los argentinos en su ritmo de juego, hasta que en el minuto 23 el defensor Luisao conectó de cabeza tras el tiro libro cobrado por Elano.
El “Scratch” fue subiendo su nivel y empezó a manejar el balón y los espacios, sin lugar a dudas Brasil fue superior, técnica, física y tácticamente, pues Argentina al no tener una respuesta inmediata al gol, al minuto 30 llegó el segundo, esta vez por medio del infalible Luis Fabiano quien se encontró el balón en la boca del arco defendido por Andujar.

Para el segundo tiempo Maradona replanteó en algo su esquema, su equipo se empezó a mover más, ya que la pelota pasaba más por los pies del talentoso volante ex Boca, Jesús Dátolo quien a los 65 minutos tras un potente disparo de larga distancia descontaba el marcador, lo que hacía suponer que el encuentro se ponía al rojo vivo, en fracciones de segundos todos quienes mirábamos el partido suponíamos que Argentina iba a sacar su orgullo propio a relucir, y todo su talento lo pondría en la parrilla, pero al frente tenía a un Brasil que quería sellar su pasaporte en Rosario, y con una fantástica capacidad de reacción dos minutos después, con una tejida fenomenal de los brasileños, Kaká puso un pase al puro estilo de un enganche de esos que ya están extinguiéndose para que otra vez Luis Fabiano con una velocidad endiablada ponga el balón en las mallas.

Los dirigidos por Dunga eran los dueños de la pelota, la rotaban por todos los sectores, mientras que Maradona estaba desconcertado, ya no le quedaba una uña más, miraba a la banca pero las dudas los mataba, los cambios no le resultaron, Milito solo tuvo una y de rebote, todos percibíamos que lo que le faltaba a la selección Argentina era un generador de fútbol, el genio, el que la pisa, que hace la pausa, el que controla los tiempos, ese jugador que puede estar apagado 85 minutos pero que en el minuto 90 pone un pase al vacío y cambia la historia de un partido.

La lectura que me queda a posteriori de haber seguido a la Argentina en varios partidos es que Diego Maradona debe empezar a mirar el fútbol local, porque Argentina necesita de urgencia un delantero con oficio de 9, de esos enormes, fuertes, porque ese es un punto débil de esta selección a la que le sobra talento, y argumentos de buen fútbol hasta el área grande, pero en el área chica el balón pasa de largo. Pues de que le sirve a Zaneti o a Heinze correr 80 metros si cuando lanzan el centro no hay nadie quien la conecte.

Hoy por hoy todos los ojos del mundo apuntan a la Argentina, nadie quiere hacerse la idea de ver un mundial sin la presencia de una potencia del fútbol como esta, simplemente perdería mucha expectativa.