jueves, 28 de mayo de 2009

El mundo a los pies del Barça






“Pan y circo”, era la filosofía de la antigua Roma para entretener al pueblo de dicha localidad sobretodo en el coliseo donde los gladiadores se enfrentaban a bestias salvajes. Siglos más tarde, un 27 de mayo del 2009, inolvidable para la historia mundial se suscitó otro enfrentamiento esta vez en el estadio Olímpico de Roma, la final que más expectativa creo en la última década, el encuentro entre el FC Barcelona frente al poderoso Manchester United paralizó al mundo entero.

La analogía es admisible porque como en aquellos tiempos las disputas entre los gladiadores y las bestias eran presenciado por los emperadores, esta vez pude apreciar por la pantalla de la televisión que en el estadio estaban Reyes, Principies, Presidentes y personajes celebres contemporáneos.

En esta ocasión la lucha era colectiva, dos grupos de gladiadores tal vez de los mejores del mundo, en el gramado de juego, en esta ocasión el pan eran los goles y el circo sin duda el espectáculo fenomenal que a muchos fanáticos les sacó más de una lagrima, en la gran final de la Champions League.

Ochenta mil personas en el estadio gritando por sus equipos, el ambiental a través de la televisión nos trasladaba al mismísimo Olímpico de Roma.
El partido dio inicio el Manchester era una aplanadora, atacaba por todos los frentes, su esquema 4 – 3 – 3, hacía suponer que en cualquier momento llegaba el gol, la habilidad de Cristiano Ronaldo era imparable, los desbordes de Giggis eran letales, y la potencia de Rooney era insostenible para la improvisada defensa que colocó el técnico Catalán Josep Guardiola, tanto así que en el minuto cuatro se generó un tiro libre a escasos 15 metros de la portería defendida por Vádez, Cristiano hizo su ritual tradicional, contracción absoluta, cinco pasos de distancia, piernas abiertas, mirada hacia el arco contrario pero su potente disparo fue contenido por el arquero que dio un rebote, la gente empezó apretar y entre un mar de piernas el central Piqué pudo rechazar el esférico.

Segundos más tarde otra vez Ronaldo como queriendo ganarle el duelo a Messí, siguió desequilibrando intentando buscar su gol, disparando de media y larga distancia por varios frentes pero el balón caprichosamente se resistía a entrar al arco.

Barcelona hasta ahí no encontraba espacios, Messi bien marcado por Anderson no aparecía para mostrar su genialidad, pero el fútbol del Barça no es individualista, es colectivo y a puro toque empezaba a abrir la cancha y cuando no aparece Messí, están dos relojitos que marcan los tiempos y espacios, de baja estatura con un manejo de pelota excepcional Xavi Hernández e Iniesta, este último halló el espacio y momento justo y en un callejón le puso un pase milimétrico para que Samuel Etó hiciera de las suyas y vaya que lo hizo, con un quiebre de cintura fantástico dejó pagando al central Vidic, y de la forma que los goleadores marcan, sin sutileza, sin gestos técnicos, sencillamente con un certero puntazo marcó el primer grito de gol, su celebración con un gesto que traspasa toda cultura, que tiene un solo significado, “sangre de campeón” hizo estallar la alegría de millones de aficionados del equipo Culé.



Aquel gol causó un efecto psicológico que golpeó toda aspiración del equipo inglés, a partir de ese instante su defensa era un manojo de nervios, Terry Henrry empezó a mostrarse más, Etó era un obrero más, marcaba y llegaba al área rival, y Messi muy bien tácticamente hizo algo que no se esperaban los centrales del Manchester, meterse como un 9 con el fin de arrastrar las marcas y dejar sueltos a Henrry y Etó. Después Barcelona tomó el control del balón y la cancha, el esquema táctico de Pep Guardiola fue muy inteligente, esta vez no fue tan arriesgado ni agresivo, felizmente cuenta con un jugador quizá el más luchador del mundo, Carlés Puyol, poli funcional quien tras la ausencia de Daniel Alves jugó como marcador derecho siendo el tapón de Cristiano Ronaldo, en todo caso el 4 – 3 – 3 de Barcelona se transformaba en 4 – 4 – 2 cuando Barcelona tenía el balón Etó se convertía en una especia de cuarto volante, la idea era mantener más tiempo la pelota en el medio sector era una forma de causar más presión y ansiedad a los ingleses, y así ellos soltaran las marcas que le hacían a Henrry y Messi.

Para el segundo tiempo, los nervios y la ansiedad del técnico sir Alex Ferguson, quien sacó al quizá único volante que sostenía las marcas Anderson para poner a otro delantero el argentino Carlitos Tévez, así Guardiola como en un juego de ajedrez, sabía que Leo Messi por fin tendría espacios y la disposición era que se moviera por todo el frente de ataque, Barcelona nunca dejó espacios en su zaga por eso el técnico del los “diablos rojos” envió a la cancha a un cuarto delantero Dimitar Bervatov, sin embargo el muro catalán era irrompible, y el medio campo era poblado por jugadores azul grana, y en una de las tantas arremetidas el mejor jugador del partido Xavi Hernández levantó un centro de esos que parecen que son dados con la mano, el objetivo era Messi, quizá en ese momento los centrales ingleses pensaron que la “pulga” no llegaría a cabecear, pues su 1.68 de estatura, restaba importancia y como con un resorte en sus pies el argentino se elevó y dio un cabezazo raro pero que fue un detonante para marcar el segundo gol al minuto 25, era algo increíble Barcelona estaba destronado al imbatible Manchester United, Messi le ganaba el duelo a Cristiano Ronaldo, y un técnico Novato con apenas 38 años vencía a un veterano como Ferguson, y como si fuera poco Barcelona se convertía en el único equipo español en ser tres veces campeón en un año.

Los minutos transcurrían y el Manchester estaba entregado, en la cancha había un solo gladiador el FC Barcelona, a puro tóquela estilo Jogo Bonito, trasladaba el balón donde querían, hasta que el arbitro dio el pitazo final, Barcelona ganó la batalla, ganó todo. La orejona por tercera vez en su historia se la llevaban a su casa.
Barcelona demostró que con ese fútbol, vistoso, autentico, fácil, entretenido, alegre, con jugadores que en su mayoría son de estatura baja, pero con una genialidad enorme, saben que el fútbol se lo gana aplicando una buena estrategia, el fútbol es inteligencia pura, no admite fórmulas ni experimentos, solo el mejor gana torneos, y el FC Barcelona es el mejor.